This sacrament is rooted in the mission God gave to Christ in his capacity as the Son of man on earth to go and forgive sins (cf. Matt. 9:6). Thus, the crowds who witnessed this new power "glorified God, who had given such authority to men" (Matt. 9:8; note the plural "men"). After his resurrection, Jesus passed on his mission to forgive sins to his ministers, telling them, "As the Father has sent me, even so I send you. . . . Receive the Holy Spirit. If you forgive the sins of any, they are forgiven; if you retain the sins of any, they are retained" (John 20:21–23). 

Since it is not possible to confess all of our many daily faults, we know that sacramental reconciliation is required only for grave or mortal sins—but it is required, or Christ would not have commanded it. 

Este sacramento está arraigado en la misión que Dios le dio a Cristo en su calidad de Hijo del hombre en la tierra para ir y perdonar los pecados (cf. Mateo 9: 6). Así, las multitudes que presenciaron este nuevo poder "glorificaron a Dios, que había dado tal autoridad a los hombres" (Mateo 9: 8; note el plural de "hombres"). Después de su resurrección, Jesús pasó su misión de perdonar los pecados a sus ministros, diciéndoles: "Como el Padre me envió, así también yo les envío ... Reciba el Espíritu Santo. Si perdona los pecados de cualquiera, ellos son perdonados; si retienes los pecados de alguno, son retenidos "(Juan 20: 21-23).

Como no es posible confesar todas nuestras muchas faltas diarias, sabemos que la reconciliación sacramental es necesaria solo para los pecados graves o mortales, pero es necesaria, o Cristo no la habría